Confieso que las tareas del hogar pueden resultar en agobio y frustración. Hoy entiendo el miedo que pueden sentir muchas mujeres al pensar en dejar a un lado su carrera profesional para dedicarse al cuidado de la familia. Y mi consejo es: no lo hagan. No dejen “de lado” su carrera profesional, pues sería dejar a un lado su esencia, y el tiempo con su familia sería percibido por ustedes mismas como un “sacrificio”. Y créanme, no hay sacrificio que valga la pena porque al final siempre nos reprocharemos a nosotras mismas (y a los demás!) el haber dejado de lado nuestra verdadera esencia. Y de eso quiero hablarles: de no perder su esencia.
Ha pasado un par de años desde que tomé la decisión de renunciar a mi carrera para dedicarme a mi familia. Cuando miro atrás, no logro percibir miedo en mi decisión. Mi decisión fue completa y absolutamente alineada con mi esencia. Y desde entonces he sentido que estoy en el lugar en el que debo estar. No sentí que dejé a un lado mi carrera profesional, sí sentí que puse una pausa. Y como toda pausa, hoy me siento lista para retomarla.
El tiempo que viví “en pausa” ha sido el mejor tiempo de mi vida. Por una parte, me pude dedicar a mi hijo recién nacido para que crezca y se desarrolle con mi presencia. Además, he co-creado con mi esposo y mis hijos momentos maravillosos inimaginables, gracias al tiempo de calidad que hoy disponemos. Pero lo más importante que ha ocurrido en este tiempo es mi conexión con mi esencia.
Durante este tiempo, mi “sabático” (como yo lo llamo), pude encontrar mi vocación. Descubrí que gracias a todo lo que he vivido he desarrollado un ferviente deseo de ayudar a otros a encontrar lo que yo ya encontré. Muchos lo llaman felicidad, aunque algunos perciben el término como un cliché, como si la felicidad fuera algo que se alcanza como un título académico. Un título lo alcanzas y te dura toda la vida. La felicidad no. La felicidad no es un estado que se alcanza una sola vez en la vida, sino que se alcanza en cada momento.
Gracias al llamado que sentí, y que decidí seguir, me estoy convirtiendo en un instrumento para que otras personas puedan encontrar el camino hacia todo lo que deseen en su vida. No hay metas buenas o malas, simplemente hay metas que nacen del deseo del ser humano. Y como cada persona es un mundo, honro y valoro a cada ser humano que coincide en mi camino, y me alineo día a día con la claridad necesaria para ser una guía en el logro de sus metas.
Hoy soy una guía para el mundo, en proceso de creación constante. He retomado mi carrera, con un enfoque diferente. Hoy me siento completamente preparada para generar valor a través de ser “yo misma”, y guiar a otros al encuentro consigo mismos, que es el estado máximo en el que todo lo deseado llega de formas maravillosamente inexplicables.
Mi consejo para todas las mujeres que me leen es: no dejen de lado su carrera (si consideran que dejarla es un sacrificio). Pero tampoco dejen de buscar su esencia, cualquiera sea el camino. Y una vez que la encuentren, no dejen de seguirla. Porque la alegría, la pasión y la energía que van a obtener al sentirse plenamente realizadas es algo que les corresponde únicamente a ustedes. Nadie es responsable de nuestra propia felicidad, sino nosotros mismos.
Copyright Nathalie Jaramillo (2015)
“La primera obligación de todo ser humano es ser feliz,
la segunda es hacer feliz a los demás”
Mario Moreno, Cantinflas
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JoséJavier y Natie, una pareja proveniente de Ecuador, se han establecido en la Riviera Maya desde 2017, donde lideran un negocio espiritual como mentores vibracionales. Su enfoque radica en inspirar a otros a seguir sus sueños y mejorar sus mentalidades. A través de su dinamismo y pasión por vivir, enseñan a transformar vidas y fomentar la prosperidad, convirtiéndose en una pareja ejemplar como padres, maestros y guías espirituales.