No naci siendo la oveja negra

Hoy quiero compartirles algo muy personal que espero resuene con muchas de ustedes. ✨

La vida me convirtió en la oveja negra. Solía ser la niña buena, la que siempre hacía caso, era sumisa y no cuestionaba nada. Esto hacía felices a las personas que me querían, y yo lo hacía con gusto. Pero un día me di cuenta de que, por ser tan obediente y complaciente, me habían hecho mucho daño.

Entender la Ley de Atracción me enseñó que uno sostiene su realidad si mantiene sus preferencias a través de sus comportamientos. Así que cuando me di cuenta de todo lo malo que me había sucedido por quedarme callada, por pasar desapercibida, por obedecer ciegamente, supe que algo tenía que cambiar. Me habían dicho que debía ser calladita para ser bonita, una frase que me había marcado profundamente.

Uno ama como le enseñan a amar, y debemos ser conscientes de cómo enseñamos a amar. Sé que aquellos que realmente me amaban no querían hacerme daño, pero lo hicieron sin darse cuenta.

Mi rebeldía comenzó a los 35 años. Soy una late bloomer y, finalmente, exploté. No toleraba que me controlaran o me dieran órdenes, ni que me dijeran que no debía brillar tanto. Me molestaba que me indicaran lo que estaba bien y lo que estaba mal, porque lo que me enseñaron como bueno en realidad era malo.

Todas las ovejas negras sabrán de lo que hablo. Cada una de nosotras tiene su trinchera y sabemos perfectamente cuándo algo funciona y cuándo no. Por eso no toleramos la locura de otros.

Jamás dejaría a mis hijos con otros adultos ni les diría que hagan caso a los adultos. Les enseñaría desde el principio la importancia de respetar su intimidad y jamás crearía hijos sumisos. Quiero que hablen y que tengan su propio criterio.

Ya no me gusta pasar desapercibida. No confío en las personas que se ven inocentes, tímidas o calladas. De hecho, me dan miedo. Prefiero rodearme de personas con seguridad propia. Prefiero sentirme hermosa y ser atrevida, que ser la mujer que sufrió tanto y fue traumatizada sexualmente por muchos años. Sé que muchas ovejas negras me entenderán.

No siempre fui una oveja negra, no siempre fui atrevida, pero la vida me mostró que estar del otro lado me hacía daño, como a muchas de ustedes que me están leyendo. Si deseas cambiar, necesitas asumir tu lado de oveja negra, con gusto y pasión.

Si te identificas con esto y necesitas apoyo, ¡no dudes en comunicarte conmigo! Estoy aquí para acompañarte en tu camino hacia la sanación y el empoderamiento. No más conformarse con menos, mereces todo el amor y respeto del mundo.

Con amor,

Natie.

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